A dicha cantidad se podrían sumar los 700 millones presupuestados para las ayudas directas de hasta 900 euros para pagar la renta y de 200 euros para las facturas de suministros a todos aquellos inquilinos que sigan sin poder hacer frente a estos desembolsos una vez que pase la crisis del coronavirus.
Al margen de estas ayudas económicas, el Gobierno aprobó la prórroga extraordinaria de seis meses en los contratos de arrendamiento de la vivienda habitual que venzan en los dos meses siguientes a la entrada en vigor de esta norma (por tanto, el propietario no podrá subir el alquiler durante el próximo medio año), y también la suspensión de los desahucios de seis meses (a contar desde el final del estado de alarma) para aquellos inquilinos en situación de vulnerabilidad que se queden sin alternativa habitacional. Otra de las medidas aprobadas es la moratoria o condonación de los alquileres.
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